¿Quién como tú?

Quién me entendiera tan sólo un segundo, eso pido, no pido más; escucha, escúchame bien; esta vez hablará el corazón.
Si tu vieras lo que yo veo, las cosas y sentimientos que salen sin control.
Dentro de mi ser sin un motivo para detenerlo, sólo dejarlo ser; porque en la libertad del ser esta el no probar nada.
Simplemente dejar respirar y escapar (como huyendo a un lugar muy lejos) todas estas emociones. Adonde no halla nadie, solo la naturaleza, ver el cielo, acostado en la gramilla; decir sin más: "Te amo", que el cielo sea testigo por un segundo; diciendo esta pequeña frase sin más pruebas que el corazón, tan simple como respirar.

Si en la libertad del ser esta algo tan simple... Dejarlo ser.

¿Quién con tu mirada? Esos ojos negros, profundos, brillantes. Una sola mirada dice todo lo que tus labios no han podido gritar, tu mirada me lo dice al oído como un murmullo dicho en secreto: "Yo también te amo".
¿Quién lo creería posible? Con una mirada tuya detienes mi ser, como por decisión propia: afirmado a verte y olvidar el resto a mi alrededor.

Porque nos entendemos en el silencio de las palabras y en el lenguaje de las miradas. Mírame y calla.